Equipo de Investigación habla con una mujer que ejerce la prostitución en Madrid, se ofrece como "madurita viciosa a la que le gusta el sexo extremo". Acepta casi de todo por 40 euros. A pesar de que no está convencida, acepta la entrevista. Se llama Rosa, vino a España en busca de un futuro y para ella fue "muy difícil" empezar en la prostitución. Hoy en día sigue siendo difícil. Tiene 50 años, se prostituye porque quiere y explica que "hay meses más bajos" y otros "más altos" en los que se puede sacar 2.500 euros. Le preguntamos si volvería a los 1.200 que ganaba como interna y responde que sin pensarlo.
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