Programa #16 - Temporada 3
Emisión, lunes 6 de febrero de 2017.
Rafael Correa (Guayaquil, 1963) tuvo una infancia difícil que contrastaba con la de sus compañeros de aula. Becado en un colegio privado, mientras sus compañeros tenían casa en la playa, en su familia no tenían ni televisión. "Fue una infancia dura, pero muy feliz", señala Rafael Correa a Pablo Iglesias en Otra Vuelta de Tuerka.
En ese colegio fue donde recibió una formación fundamentada en la teología de la liberación y en la doctrina social de la Iglesia. Formación que completaría, una vez graduado, con la experiencia de voluntariado en las misiones indígenas de los salesianos. "Me di cuenta que no sabía nada del mundo indígena, y me dio vergüenza, así fue como decidí, al graduarme, ir a las misiones", recuerda Correa.
En un contexto de inestabilidad política que seguía a la espiral de endeudamiento de los años 80 y los experimentos neoliberales de los 90, Correa es elegido presidente. Como señala Pablo Iglesias durante la entrevista, hay sobretodo tres políticas económicas de los gobiernos de Correa que han dado que hablar en todo el mundo: la renegociación de la deuda, la renegociación de los contratos petroleros y la reforma fiscal. "Una cosa fundamental que hizo la Revolución Ciudadana fue cambiar las relaciones de poder", indica el presidente. Y un actor fundamental a la hora de hacer efectivas estas políticas ha sido China. "Gracias al financiamiento chino hemos cambiado la realidad del país", afirma el presidente.
Estas políticas económicas que cuestionaban los poderes fácticos, tuvieron como correlato presiones tanto internas como externas. Y el 30 de Septiembre de 2010 se materializaron en un intento de golpe de Estado. "Fue muy doloroso, pero la democracia ecuatoriana salió fortalecida, se demostró que en la nueva democracia ya no había marcha atrás".
El Gobierno de Correa ha tenido también que enfrentar críticas de los movimientos sociales, en especial del movimiento indígena y ecologista. "Gobernar es tomar decisiones y actuar en favor de las grandes mayorías. A mi no me gusta la minería, pero menos me gusta la miseria", señala Rafael Correa.
El 19 de febrero se celebrarán elecciones presidenciales en Ecuador en un contexto regional de cambio de ciclo y declive de los gobiernos progresistas. "Podrá haber retrocesos temporales, pero yo creo que se han desencadenado procesos irreversibles" en América Latina, concluye el mandatario.
Emisión, lunes 6 de febrero de 2017.
Rafael Correa (Guayaquil, 1963) tuvo una infancia difícil que contrastaba con la de sus compañeros de aula. Becado en un colegio privado, mientras sus compañeros tenían casa en la playa, en su familia no tenían ni televisión. "Fue una infancia dura, pero muy feliz", señala Rafael Correa a Pablo Iglesias en Otra Vuelta de Tuerka.
En ese colegio fue donde recibió una formación fundamentada en la teología de la liberación y en la doctrina social de la Iglesia. Formación que completaría, una vez graduado, con la experiencia de voluntariado en las misiones indígenas de los salesianos. "Me di cuenta que no sabía nada del mundo indígena, y me dio vergüenza, así fue como decidí, al graduarme, ir a las misiones", recuerda Correa.
En un contexto de inestabilidad política que seguía a la espiral de endeudamiento de los años 80 y los experimentos neoliberales de los 90, Correa es elegido presidente. Como señala Pablo Iglesias durante la entrevista, hay sobretodo tres políticas económicas de los gobiernos de Correa que han dado que hablar en todo el mundo: la renegociación de la deuda, la renegociación de los contratos petroleros y la reforma fiscal. "Una cosa fundamental que hizo la Revolución Ciudadana fue cambiar las relaciones de poder", indica el presidente. Y un actor fundamental a la hora de hacer efectivas estas políticas ha sido China. "Gracias al financiamiento chino hemos cambiado la realidad del país", afirma el presidente.
Estas políticas económicas que cuestionaban los poderes fácticos, tuvieron como correlato presiones tanto internas como externas. Y el 30 de Septiembre de 2010 se materializaron en un intento de golpe de Estado. "Fue muy doloroso, pero la democracia ecuatoriana salió fortalecida, se demostró que en la nueva democracia ya no había marcha atrás".
El Gobierno de Correa ha tenido también que enfrentar críticas de los movimientos sociales, en especial del movimiento indígena y ecologista. "Gobernar es tomar decisiones y actuar en favor de las grandes mayorías. A mi no me gusta la minería, pero menos me gusta la miseria", señala Rafael Correa.
El 19 de febrero se celebrarán elecciones presidenciales en Ecuador en un contexto regional de cambio de ciclo y declive de los gobiernos progresistas. "Podrá haber retrocesos temporales, pero yo creo que se han desencadenado procesos irreversibles" en América Latina, concluye el mandatario.
- Categoría
- Programa de entrevistas
Inicia Sesión o Registrate para dejar comentarios.
Anímate! Se el primero en comentar este video