Programa #4 - Emisión, viernes 9 de octubre de 2015.
Joan Garcés (Lliria, Valencia, 1944), abogado y doctor en Ciencias Políticas, fue consejero del presidente chileno Salvador Allende, asesor de François Mitterrand, abogado acusador de Pinochet y defensor de la familia de Juan Negrín. Como autor de media docena de libros, el estudio de los límites interpuestos por las estructuras de poder a la soberanía popular, atraviesa todas sus investigaciones. Su libro “Soberanos e intervenidos” lleva cuatro ediciones y se ha convertido en texto de referencia para diplomáticos y estudiosos a uno y otro lado del Atlántico.
En Chile, como colaborador de Salvador Allende, fue testigo privilegiado de los distintos escenarios de confrontación política que tuvo que enfrentar el gobierno de Unidad Popular: las presiones parlamentarias de la oposición; el boicot económico; la financiación extranjera a grupos de presión de extrema derecha; la cooptación de los pequeños empresarios; y finalmente, el escenario militar, el golpe a la Moneda. Garcés reconoce que el proceso chileno de empoderamiento popular suponía un problema para los centros de poder porque “era visto como la experiencia más avanzada de superación del sistema capitalista por vías democráticas”. Milagrosamente Garcés pudo escapar del palacio de la Moneda cuando las tropas de Pinochet lo asaltaron en septiembre de 1973 y acabaron con la vida de Salvador Allende.
De vuelta en Europa, volvería a toparse con un proceso de similares características: la financiación externa de aparatos políticos dispuestos a garantizar la subordinación de la soberanía popular en la España postfranquista. En 1975 la dirección del Partido Socialista Francés le invitaba a acudir al Congreso de Suresnes. Garcés rechazó la invitación: “Yo que había estudiado y vivido lo que era una intervención extranjera en otro país, como español no podía cooperar en una operación de intervención preventiva para la fase postfranquista en España”, afirmó durante la entrevista.
En ese contexto, durante el Congreso Extraordinario del PSOE de 1979, presenta una candidatura a la Ejecutiva federal del PSOE opuesta a la que encabeza Felipe González, la única jamás presentada frente a él. “El espacio socialista no se puede identificar con Felipe González de ninguna de las maneras y esperemos que los propios socialistas se den cuenta de ello”, zanja Garcés.
Finalmente la intuición, luego confirmada, de la vinculación de sectores del PSOE con el Golpe del 23-F le lleva a tomar la decisión de abandonar definitivamente todas sus funciones en el partido: “Detrás del golpe del general Armada estaba la alta dirección de varios partidos, entre ellos la del PSOE”.
Respecto a la coyuntura política actual insiste en que la única vía para una opción transformadora consiste en identificar los mecanismos por los que las estructuras de poder impiden que se exprese la soberanía popular e intentar desactivarlos.
Joan Garcés (Lliria, Valencia, 1944), abogado y doctor en Ciencias Políticas, fue consejero del presidente chileno Salvador Allende, asesor de François Mitterrand, abogado acusador de Pinochet y defensor de la familia de Juan Negrín. Como autor de media docena de libros, el estudio de los límites interpuestos por las estructuras de poder a la soberanía popular, atraviesa todas sus investigaciones. Su libro “Soberanos e intervenidos” lleva cuatro ediciones y se ha convertido en texto de referencia para diplomáticos y estudiosos a uno y otro lado del Atlántico.
En Chile, como colaborador de Salvador Allende, fue testigo privilegiado de los distintos escenarios de confrontación política que tuvo que enfrentar el gobierno de Unidad Popular: las presiones parlamentarias de la oposición; el boicot económico; la financiación extranjera a grupos de presión de extrema derecha; la cooptación de los pequeños empresarios; y finalmente, el escenario militar, el golpe a la Moneda. Garcés reconoce que el proceso chileno de empoderamiento popular suponía un problema para los centros de poder porque “era visto como la experiencia más avanzada de superación del sistema capitalista por vías democráticas”. Milagrosamente Garcés pudo escapar del palacio de la Moneda cuando las tropas de Pinochet lo asaltaron en septiembre de 1973 y acabaron con la vida de Salvador Allende.
De vuelta en Europa, volvería a toparse con un proceso de similares características: la financiación externa de aparatos políticos dispuestos a garantizar la subordinación de la soberanía popular en la España postfranquista. En 1975 la dirección del Partido Socialista Francés le invitaba a acudir al Congreso de Suresnes. Garcés rechazó la invitación: “Yo que había estudiado y vivido lo que era una intervención extranjera en otro país, como español no podía cooperar en una operación de intervención preventiva para la fase postfranquista en España”, afirmó durante la entrevista.
En ese contexto, durante el Congreso Extraordinario del PSOE de 1979, presenta una candidatura a la Ejecutiva federal del PSOE opuesta a la que encabeza Felipe González, la única jamás presentada frente a él. “El espacio socialista no se puede identificar con Felipe González de ninguna de las maneras y esperemos que los propios socialistas se den cuenta de ello”, zanja Garcés.
Finalmente la intuición, luego confirmada, de la vinculación de sectores del PSOE con el Golpe del 23-F le lleva a tomar la decisión de abandonar definitivamente todas sus funciones en el partido: “Detrás del golpe del general Armada estaba la alta dirección de varios partidos, entre ellos la del PSOE”.
Respecto a la coyuntura política actual insiste en que la única vía para una opción transformadora consiste en identificar los mecanismos por los que las estructuras de poder impiden que se exprese la soberanía popular e intentar desactivarlos.
- Categoría
- Programa de entrevistas
Inicia Sesión o Registrate para dejar comentarios.
Anímate! Se el primero en comentar este video