Programa #20 - Emisión, miércoles 25 de mayo de 2016.
Eleuterio Sánchez (Salamanca, 1942) se convirtió en El Lute en los calabozos de la Dirección General de Seguridad tras lo que define como unos "hábiles interrogatorios" – y que fueron torturas tremendas - de la policía. Así nació el que sería el enemigo público número uno del régimen de Franco, el "bandido despiadado" que atemorizó a España.
Dice Eleuterio que El Lute le ha perseguido toda su vida, como azote del franquismo primero y como personaje de fama mundial más adeante: "El Lute no soy yo, es lo que os hicieron creer a vosotros. Yo soy Eleuterio y mi madre no me parió para ecumplir una cadena perpetua", señala. En Otra Vuelta de Tuerka, Pablo Iglesias entrevista a Eleuterio Sánchez, el merchero, el hombre ávido de conocimiento, de empoderar a los suyos y de libertad.
Fue en la cárcel del Dueso, donde conoció a una persona que, en cierta forma, le salvaría la vida: Simón Sánchez Montero. El dirigente comunista, preso político por aquel entonces, fue el que le conminó a formarse, a no perder el tiempo, porque "Franco moriría algún día y entonces yo saldría libre y podría despertar y organizar a los míos", recuerda Eleuterio. "Desde entonces me he declarado estudiante perpetuo".
El conocimiento le permitió sobrevivir los años que pasó preso. En unas cárceles, las de los presos comunes durante el franquismo, de las que sabemos poco, como reconoce Pablo Iglesias. "Todos los que estábamos presos era por delitos de nula trascendencia social", señala Eleuterio. "Los verdaderos delincuentes eran los que creaban las necesidades de protomiseria que forzaban a un padre de familia sin trabajo a buscar la forma de alimentar a sus hijos", añade.
Entre los presos sociales y los presos políticos estaban los mercheros, "anarquistas de manera natural". Incluso en la Alemania nazi, "una tercera parte de los gitanos exterminados en el Holocausto eran mercheros. Y esto ha pasado inadvertido", indica Eleuterio durante la entrevista.
Y entonces llegó la muerte de Franco, y con ella la esperanza de justicia y reparación para los presos sociales, porque también "éramos politicos, éramos los perdedores de la guerra, los muertos de hambre", recuerda Eleuterio. "Procedía aplicar la Amnistía con carácter general", añade. Pero la Amnistía no afectó a los presos sociales y aún hoy Eleuterio tiene una causa abierta que pide la anulación de la causa franquista con la que fue juzgado.
Eleuterio Sánchez (Salamanca, 1942) se convirtió en El Lute en los calabozos de la Dirección General de Seguridad tras lo que define como unos "hábiles interrogatorios" – y que fueron torturas tremendas - de la policía. Así nació el que sería el enemigo público número uno del régimen de Franco, el "bandido despiadado" que atemorizó a España.
Dice Eleuterio que El Lute le ha perseguido toda su vida, como azote del franquismo primero y como personaje de fama mundial más adeante: "El Lute no soy yo, es lo que os hicieron creer a vosotros. Yo soy Eleuterio y mi madre no me parió para ecumplir una cadena perpetua", señala. En Otra Vuelta de Tuerka, Pablo Iglesias entrevista a Eleuterio Sánchez, el merchero, el hombre ávido de conocimiento, de empoderar a los suyos y de libertad.
Fue en la cárcel del Dueso, donde conoció a una persona que, en cierta forma, le salvaría la vida: Simón Sánchez Montero. El dirigente comunista, preso político por aquel entonces, fue el que le conminó a formarse, a no perder el tiempo, porque "Franco moriría algún día y entonces yo saldría libre y podría despertar y organizar a los míos", recuerda Eleuterio. "Desde entonces me he declarado estudiante perpetuo".
El conocimiento le permitió sobrevivir los años que pasó preso. En unas cárceles, las de los presos comunes durante el franquismo, de las que sabemos poco, como reconoce Pablo Iglesias. "Todos los que estábamos presos era por delitos de nula trascendencia social", señala Eleuterio. "Los verdaderos delincuentes eran los que creaban las necesidades de protomiseria que forzaban a un padre de familia sin trabajo a buscar la forma de alimentar a sus hijos", añade.
Entre los presos sociales y los presos políticos estaban los mercheros, "anarquistas de manera natural". Incluso en la Alemania nazi, "una tercera parte de los gitanos exterminados en el Holocausto eran mercheros. Y esto ha pasado inadvertido", indica Eleuterio durante la entrevista.
Y entonces llegó la muerte de Franco, y con ella la esperanza de justicia y reparación para los presos sociales, porque también "éramos politicos, éramos los perdedores de la guerra, los muertos de hambre", recuerda Eleuterio. "Procedía aplicar la Amnistía con carácter general", añade. Pero la Amnistía no afectó a los presos sociales y aún hoy Eleuterio tiene una causa abierta que pide la anulación de la causa franquista con la que fue juzgado.
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