Ante la profusión de casos de corrupción, se echa de menos una voz: la de José María Aznar. Quizá el silencio de Aznar tiene algo que ver con un contrato firmado en 2010 entre el expresidente y la constructora Befesa por el que esta se comprometía a pagar el 1% de todos los contratos que cerrara en la Libia de Gadafi, según ha publicado un conocido medio digital. De ahí que se haya podido ver al expresidente defendiendo a Gadafi, incluso considerándole como un “amigo”.
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